That was what stuck to the Comtesse Cantilene while she was sticking out Mavis
Toffeelips to feed her soprannated huspals, and it is henceforth
associated with her names. La Dreeping! Die Droopink!
Eso (esas babas) es lo que se le pegó a la comtessa Catalina mientras le pegaba sus labios de tofee a su marido, lo que se le pegó también a su nombre. La Chorreante, La Gotita Rosa!
Deja un comentario