Most
distressfully (but, my dear, how successfully!) to wail he did,
his locks of a lucan tinge, quickrich, ripely rippling, unfilleted,
those lashbetasselled lids on the verge of closing time, whiles
ouze of his sidewiseopen mouth the breath of him, evenso
languishing as the princeliest treble treacle or lichee chewchow
purse could buy.
Muy afligido (pero ¡qué conseguido, querido!), se echó a llorar, mientras sus rizos un toque lucano, ricos, rizados se ondulaban, sin horquillas, esos labios apestañados a punto de cerrarse, en lo que saliba el aire de la boca entreabierta, hasta chorrear la más primigenia y débil baba o liche que puede hallarse.
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